Las abejas, para tener un desarrollo óptimo, necesitan unos requerimientos básicos como agua, luz solar, ambiente sano (libre de contaminantes físicos, químicos o auditivos), humedad y temperatura balanceadas y recursos alimenticios en cantidad y variedad suficiente.
Los recursos alimenticios son muy importantes porque estos van a determinar en buena medida la viabilidad no solo económica, sino también sanitaria de la colmena.
Cuando hablamos de recursos alimenticios, hablamos de flores y resinas vegetales, de donde las abejas extraen:
- Néctar, que luego transforman en miel y la usan como fuente de energía
- Polen, que luego de un proceso de fermentación usan como fuente de proteína
- Resinas y aceites, que luego transforman en propóleos y los usan como fuente «antibiótica» y de protección física.
Entonces, así como tu no vives únicamente de comer lechuga, las abejas no viven sólo de una especie de flor, necesitan variedad en aminoácidos, vitaminas, minerales y sustancias bioactivas (antioxidantes). Por esto y por la ausencia de agroquímicos, las mieles de colmenas asociadas a bosques nativos son las mejores, pues imagínate la riqueza en antioxidantes y nutrientes de una miel con estas características.
Por otro lado, la miel tiene pequeños contenidos de POLEN, que al consumirse diariamente, y en pequeñas cantidades, refuerzan tu sistema inmune, mas si éste proviene de especies vegetales de tu zona de vida.