Las abejas recolectan estas resinas y las mezclan con otras sustancias para producir EL PROPÓLEO (del griego PRO «por», y POLIS «ciudad»). Éste es usado por las abejas para la defensa de la colmena, como sellador de hendiduras, como barrera protectora contra invasores externos, infecciones y corrientes de aire.
Las propiedades del propóleo se conocen desde la antigüedad. Los Egipcios lo usaron para embalsamar cadáveres; los Incas como antipirético; Griegos y Romanos como desinfectante bucal y para tratar heridas; los italianos para barnizar violines (Stradivari) y en la segunda guerra mundial, los soviéticos lo usaron para tratar la tuberculosis.
Los propóleos colombianos se han usado principalmente para mejorar molestias respiratorias producidas por alergias, infecciones o agentes irritantes químicos o físicos como la polución. Entre nuestros productos de Bienestar, puedes encontrar dos presentaciones muy prácticas para su uso, ¡conócelas!