La miel obtenida en cualquier región o país, se puede cristalizar (solidificar). El tiempo en que esto ocurra, a partir de su cosecha, depende de la relación entre glucosa y agua que la miel tenga.
Es decir que pueden existir mieles que tarden meses, incluso años en cristalizar, o apenas unos días.
Por su absoluta pureza, nuestra miel se torna sólida. Sugerimos consumir como tal, o poner al baño maría, sin que el agua hierva.